Michail Gorbatschov, Ícaro y Lear

En los sesenta el director soviético Grigori Kosintzev filmó una monumental serie de las obras de Shakespeare, son obras impresionantes que describen con la belleza de las luces y la sombras de la filmación en blanco y negro los dramas del poder. La más conmovedora de todas ellas fue “El rey Lear” esa figura que como una sombra itinera con el alma perdida y vacío de poder por los lugares en que alguna vez lo tuvo.

Gorbatschov fue distinto y también parecido al personaje de Shakespeare, fue un personaje complejo, que no multifacético, fue un hijo y un resultado de su época, como todos, pero como pocos en la historia no solo fue protagonista de ella, sino fue más allá y abrió una época nueva que con rapidez se convirtió en el espacio y la fuerza de su propia y personal derrota.

 Su fenomenal paradoja fue que justamente ese fracaso es el sustento de su importancia como sujeto histórico, aunque con certeza sería correcto decir también literario, de esos que sólo pueden ser expresados en forma de tragedia. Todas las otras formas darían con dificultad el ancho para reflejar al personaje, a los personajes y al tiempo en el que abrieron de manera inversa la caja de Pandora, sacando y mostrando primero la esperanza y luego viendo cada día con más impotencia como iban saliendo los males que invocando a aquella procuraban remediar. Michail Sergeyevitsch Gorbatschov fue un “hijo legítimo” de la Unión Soviética.

Continúa leyendo este interesante artículo escrito por el Investigador de USEK, señor Osvaldo Puccio, en el siguiente link: https://usek.cl/wp-content/uploads/2022/09/art-puccio-septiembre.pdf